Devocional Diario - 1 Samuel 28:4-7



Devocional Diario:

1 Samuel 28:4-7 “Se juntaron, pues, los filisteos, y vinieron y acamparon en Sunem; y Saúl juntó a todo Israel, y acamparon en Gilboa. Y cuando vio Saúl el campamento de los filisteos, tuvo miedo, y se turbó su corazón en gran manera. Y consultó Saúl a Jehová; pero Jehová no le respondió ni por sueños, ni por Urim, ni por profetas. Entonces Saúl dijo a sus criados: Buscadme una mujer que tenga espíritu de adivinación, para que yo vaya a ella y por medio de ella pregunte. Y sus criados le respondieron: He aquí hay una mujer en Endor que tiene espíritu de adivinación”.


Saúl había sido escogido y ungido como el primer rey para gobernar a Israel, y por la desobediencia, Dios se había apartado de él y no le volvió a responder por ningún medio. Habían pasados cuarenta años de su reinado y en medio de su angustia va a consultar a una hechicera, y en esta circunstancia, Dios en su soberanía se manifiesta a través del profeta Samuel quien ya había muerto y Samuel le declara: “pues Jehová ha quitado el reino de tu mano, y lo ha dado a tu compañero, David. Como tú no obedeciste a la voz de Jehová, ni cumpliste el ardor de su ira contra Amalec, por eso Jehová te ha hecho esto hoy. Y Jehová entregará a Israel también contigo en manos de los filisteos; y mañana estaréis conmigo, tú y tus hijos; y Jehová entregará también al ejército de Israel en mano de los filisteos” (1 Samuel 28:17-19)
Dice la biblia que Saúl cae a tierra cual largo era, con el corazón flaqueante, no estaba ebrio, sino que Dios mismo rompe su corona y no le quedaba ánimo para vivir. ¿Por qué había terminado así? Dios le había elegido como rey de Israel, le había dado triunfos, poder, riqueza, amores y ahora había descendido tanto, hasta caer en la casa de una bruja y pronosticarle que al día siguiente morirá. Esta palabra es de profunda reflexión, pues si a nosotros nos llegare el anuncio: mañana morirás y tendrás que responder por todo lo que has hecho y por lo que no has hecho. ¿Estaremos a cuentas con Dios?
El rey Saúl tuvo un buen comienzo, pero un día desobedeció los mandatos de Dios y allí comenzó su caída. Así es el pecado, entra de forma sigilosa, pavimenta el camino de descenso y viene error tras error.
Hermano, cualquier aflicción, angustia, enfermedad, debilidad y sufrimiento llévalo al Señor Jesucristo, Él es el único que puede redimir, restaurar, proveer, sanar y salvar, no busques otras fuentes, sigue a Cristo y su Palabra.

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